Si tienes un peludo en tu vida, ya sea un perro o un gato, sabes que las molestias digestivas son parte de la vida. Vómitos, diarreas y otros problemas gastrointestinales pueden aparecer de forma inesperada.
Aunque algunos de estos episodios son mecanismos naturales del cuerpo para eliminar toxinas, otros pueden ser síntomas de problemas más graves que requieren atención veterinaria.
La buena noticia es que, en muchos casos, puedes aliviar e incluso solucionar estos problemas de forma natural, utilizando la alimentación como herramienta.
A continuación, te presentamos una guía práctica para ayudarte a cuidar de tu peludito en estos momentos incómodos. Aunque nos referimos principalmente a perros, los remedios también son aplicables a gatos.
Recuerda que la observación y el conocimiento de tu mascota son claves para actuar de forma adecuada. Si los síntomas persisten o si tienes dudas, consulta siempre con tu veterinario de confianza.
Diarrea en perros y gatos:
¿Tu peludito tiene deposiciones blandas o líquidas? La diarrea, con sus diferentes tipos y colores, es un problema común en perros y gatos.

¿Qué la causa? Irritación intestinal por bacterias, virus, parásitos, toxinas, hierbas o comida en mal estado. Las alergias también pueden ser un factor. Incluso un cambio brusco de dieta puede generar diarrea temporal.
¿Qué hacer?
- Ayuno de 12 a 24 horas para descansar el intestino. En gatos, no más de 12-18 horas para evitar problemas.
- Dieta blanda de alta digestibilidad después del ayuno.
- Ofrecer pequeñas cantidades en muchas tomas.
Recetas para la dieta blanda:

- Pollo con zanahoria o calabaza hervidos: Simple, económico y efectivo.
- Sopa de Moro: Hervir un kilo de zanahorias con 5g de sal durante una hora, hacer un puré y añadir agua hasta obtener un litro de sopa. La cocción prolongada libera Oligogalacturónidas ácidos que ayudan a eliminar los gérmenes patógenos.
Evita el arroz: Absorbe agua y puede contribuir a la deshidratación.

Estimula la hidratación: Ofrecer agua fresca y, si no la beben, caldo sin sal o un poco de nata en el agua.
Cuidado con las vísceras: Algunos perros o gatos no las toleran bien y pueden tener diarrea. Ofrécelas en pequeñas cantidades diarias en lugar de grandes cantidades semanales.

Recuerda:
- Si la diarrea persiste, hay fiebre, apatía, sangre o temblores, consulta al veterinario.
- Observa y conoce a tu mascota para actuar de forma adecuada.
- Más información sobre la diarrea: Aquí: URL información sobre diarrea
Estreñimiento en perros y gatos:
El estreñimiento es un problema común en perros y gatos, con diferentes causas y mayor frecuencia en felinos.

¿Qué lo provoca? Falta de actividad física, deshidratación, inflamaciones, problemas hormonales, edad o consumo de elementos indigestibles.
Es importante actuar: Si tu mascota no defeca en 48 horas, consulta al veterinario. Objetos no digeridos pueden generar complicaciones graves.
Dieta y estreñimiento:
- En dietas naturales crudas, el exceso de huesos puede causar estreñimiento.
- Reduce la cantidad de huesos si las heces son secas o duras.
- Divide las tomas de huesos carnosos en 3 o 4 por semana si hay problemas.
- Evita huesos puros sin carne, son difíciles de digerir.
- La proporción ideal es 50% hueso y 50% carne.
Alimentos que ayudan:
- Probióticos: Efecto laxante.
- Calabaza, vinagre de manzana y ralladura de coco: Favorecen el tránsito intestinal.
- Manzanas, zanahorias y grasas: Humedecen el sistema digestivo y normalizan las heces.
Prevención:
- Fibra en la dieta: Verduras, frutas, semillas de chia o cáscara de psyllium.
Recuerda:
- Si el estreñimiento se acompaña de dolor, consulta al veterinario.
- La actividad física y la hidratación también son importantes para prevenir el estreñimiento.
Torsión de estómago:
La torsión de estómago es una emergencia veterinaria que requiere atención inmediata. Se produce por un aumento de gases que libera el estómago, lo que, junto al peso del bazo, lo hace girar y bloquea el riego sanguíneo.

Síntomas:
- Salivación excesiva.
- Inquietud.
- Arcadas.
- Abdomen hinchado.
- Dolor intenso.
Tratamiento:
- Cirugía para reubicar el estómago.
Prevención:
- Evitar mezclar el pienso con otras dietas.
- No dar grandes cantidades de comida a la vez.
- Controlar la ingesta de agua después de comer.
- En razas grandes o predispuestas, considerar una dieta natural sin cereales y con carne en trozos.
Postoperatorio:
- Dieta blanda y triturada.
- Evitar el exceso de calcio.
- Dividir la comida en 3-4 tomas pequeñas.
- Controlar la ingesta de agua.
- Evitar el ejercicio después de comer.
Recuerda:
- La torsión de estómago es una afección grave que puede ser mortal.
- La atención veterinaria inmediata es crucial.
- Se pueden tomar medidas para prevenir la torsión de estómago.
- La dieta juega un papel importante en la prevención y el tratamiento.
Flatulencias o gases en perros y gatos:

Las flatulencias o gases son comunes en perros y gatos, y las causas son similares a las de los humanos.
Alimentos que producen gases:
- Legumbres: Judías, garbanzos, lentejas.
- Verduras: Coles, brócoli, coliflor.
- Cereales: Trigo, maíz, arroz.
Si las flatulencias son frecuentes, la dieta puede ser la causa:
- Productos lácteos: Dificultad de digestión en algunos animales.
- Carne con tejido conectivo: Tendones, cartílagos.
- Exceso de proteínas: Puede generar gases durante la digestión.
Recomendaciones:
- Aumentar la cantidad de verduras: Lechugas, espinacas, acelgas.
- Incluir hierbas digestivas: Anís, menta, hinojo, apio.
- Probar una dieta natural sin cereales y con carne magra.
- Cambiar la fuente de proteína: Pollo, pavo, cordero, pescado.
- Observar la respuesta a diferentes alimentos para identificar los que causan gases.
Recuerda:
- Las flatulencias suelen ser leves y no son motivo de preocupación.
- Si las flatulencias son excesivas o se acompañan de otros síntomas como diarrea, vómitos o pérdida de apetito, consulta al veterinario.
- Una dieta adecuada puede ayudar a reducir las flatulencias y mejorar la digestión de tu mascota.
Vómitos en perros y gatos:

Los vómitos en perros y gatos pueden tener diferentes causas y características.
En perros:
- Vómitos después de comer:
- Normal: Si ocurre poco después de comer y el perro vuelve a comer la comida, no hay motivo de preocupación. Se debe a la ingesta de aire al comer rápido o en trozos grandes.
- Perras lactantes: Vomitan para alimentar a sus cachorros con comida predigerida.
- Bilis: Puede ser causada por el hambre o la anticipación de la comida. Se puede aliviar preparando la comida en diferentes momentos del día o evitando que el perro vea la preparación.
En gatos:
- Comen pequeñas cantidades varias veces al día, por lo que los vómitos son menos frecuentes.
Otras causas de vómitos:
- Tóxicos: Sustancias venenosas ingeridas accidentalmente.
- Gastroenteritis: Inflamación del estómago y los intestinos.
- Intolerancia alimentaria: Reacción adversa a un alimento específico.
- Infecciones: Bacterianas, virales o parasitarias.
- Parásitos: Internos o externos.
- Obstrucción intestinal: Ingestión de objetos que bloquean el paso de la comida.
En caso de vómitos por causas diferentes a las mencionadas al inicio, es importante consultar al veterinario para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Recomendaciones para la recuperación:
- Dieta blanda: Ofrecer pequeñas cantidades de comida de fácil digestión durante los días de recuperación.
- Agua fresca: Asegurar que la mascota tenga acceso a agua fresca en todo momento.
- Observación: Monitorizar la frecuencia, color y consistencia de los vómitos.
- Visita al veterinario: Si los vómitos persisten o se acompañan de otros síntomas como diarrea, fiebre o decaimiento, acudir al veterinario.
Recuerda:
- Los vómitos pueden ser un síntoma de una afección grave.
- La atención veterinaria es crucial para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
- Una dieta blanda y el acceso a agua fresca son importantes durante la recuperación.
Obstrucción e inflamación de las glándulas anales:

Las glándulas anales son pequeñas bolsas ubicadas a ambos lados del ano de perros y gatos. Se encargan de secretar un líquido con olor fuerte que ayuda a marcar territorio y comunicar información entre ellos.
Problemas comunes:
- Obstrucción: Las glándulas anales se obstruyen cuando el líquido no se drena adecuadamente, lo que genera inflamación, dolor e incomodidad.
- Inflamación: Puede ser causada por obstrucción, infección o alergias.
Causas:
- Heces blandas: No ejercen suficiente presión para vaciar las glándulas anales.
- Dieta baja en fibra: No aporta suficiente material para formar heces firmes.
- Falta de ejercicio: Reduce la actividad intestinal y la presión sobre las glándulas anales.
- Alergias: Pueden provocar inflamación en todo el cuerpo, incluyendo las glándulas anales.
Prevención:
- Aumentar la fibra en la dieta: Incluir verduras, frutas o suplementos como semillas de Plantago Ovata.
- Ofrecer huesos carnosos: Ayudan a limpiar las glándulas anales de forma natural.
- Asegurar un ejercicio regular: Estimula la actividad intestinal.
- Mantener una buena higiene: Limpiar la zona anal regularmente.
Remedios naturales:
- Probióticos: Ayudan a mejorar la salud intestinal y la flora bacteriana.
- Productos con bacterias buenas: Favorecen el equilibrio intestinal.
En caso de obstrucción o inflamación grave, es necesario consultar al veterinario para un tratamiento adecuado.
Recuerda:
- La prevención es clave para evitar problemas con las glándulas anales.
- Una dieta adecuada, ejercicio regular y buena higiene son esenciales.
- Remedios naturales como la fibra, probióticos y bacterias buenas pueden ayudar.
- Si tu mascota presenta síntomas como dolor, lamido excesivo de la zona anal o dificultad para defecar, consulta al veterinario.
Inapetencia en perros y gatos:

La inapetencia o falta de apetito en perros y gatos puede tener diversos orígenes.
Primero, descarta problemas de salud:
- Dientes: Revisa si hay dolor o infección.
- Boca: Busca heridas o ulceraciones.
- Enfermedades gastrointestinales: Consulta al veterinario si hay vómitos, diarrea o otros síntomas.
Si tu mascota está sana, la inapetencia puede deberse a:
- Deseo de una dieta más rica: Prueba diferentes alimentos hasta encontrar uno que le guste.
- Comportamiento en gatos: Los gatos son expertos en manipular para obtener comida más apetecible. Ten paciencia durante cambios de dieta y evita ayunos prolongados.
Solución:
- Dieta natural: Es una opción efectiva para combatir la apatía y la falta de apetito.
- Personalización: Adapta la dieta a los gustos de tu mascota.
Recuerda:
- La inapetencia puede ser un síntoma de enfermedad. Consulta al veterinario si hay otros síntomas presentes.
- La dieta natural puede ser una solución efectiva para la inapetencia en perros y gatos.
- La paciencia y la observación son claves para comprender las necesidades de tu mascota.
Gastritis en perros y gatos:
La gastritis es una inflamación del revestimiento del estómago que puede ser aguda o crónica.
Causas:
- Intolerancias alimentarias: Reacción adversa a ciertos alimentos.
- Intoxicaciones: Ingestión de sustancias venenosas.
- Tumores: Crecimientos anormales en el estómago.
- Infecciones: Bacterianas, virales o parasitarias.
Síntomas:
Aguda:
- Vómitos (con sangre o mucosidad).
- Inapetencia.
- Apatía.
- Dolores intestinales.
- Sensibilidad en la columna vertebral.
Crónica:
- Astenia.
- Pérdida de peso.
- Aumento del apetito o inapetencia.
- Vómitos (con sangre y/o mucosidad).
- Dolores estomacales.
- Inquietud.
- Sed excesiva.
- Ingestión de hierbas.
- Mal aliento.
Tratamiento:
Aguda:
- Ayuno de 12 a 24 horas.
- Dieta blanda y fácil de digerir.
- Medicamentos antieméticos y antiácidos.
Crónica:
- Dieta adecuada: Eliminar alimentos que causen intolerancia o alergia.
- Suplementos: Probióticos, prebióticos y enzimas digestivas.
- Medicamentos: Antiinflamatorios, antibióticos o antiparasitarios según la causa.
Recomendaciones:
- Evitar huesos en la dieta.
- Triturar los alimentos para facilitar la digestión.
- Ofrecer hinojo, manzanilla y arándanos para aliviar los síntomas.
- Consultar al veterinario para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Recuerda:
- La gastritis puede ser una enfermedad grave.
- La atención veterinaria es crucial para un tratamiento adecuado.
- La dieta juega un papel importante en la recuperación y prevención de la gastritis.
Pancreatitis en perros y gatos:

El páncreas es un órgano vital que participa en el metabolismo, la producción de insulina y la digestión mediante la secreción de enzimas digestivas.
La pancreatitis es la inflamación del páncreas, que puede ser aguda o crónica.
Causas:
Aguda:
- Ingesta de alimentos grasos.
- Obesidad.
- Ciertos medicamentos.
Crónica:
- Deficiencia de enzimas pancreáticas.
- Enfermedades autoinmunes.
- Trastornos genéticos.
Síntomas:
Aguda:
- Vómitos.
- Diarrea.
- Dolor abdominal.
- Fiebre.
- Debilidad.
Crónica:
- Pérdida de peso.
- Diarrea con heces grasas.
- Flatulencias.
- Aumento del apetito sin ganar peso.
Tratamiento:
Aguda:
- Ayuno.
- Fluidoterapia.
- Medicamentos para controlar los síntomas.
Crónica:
- Dieta baja en grasa y carbohidratos.
- Suplementación con enzimas pancreáticas.
- Antioxidantes y ácidos grasos omega-3.
Recomendaciones:
- Evitar alimentos cocidos con alto contenido de carbohidratos.
- Ofrecer alimentos frescos y sin procesar.
- Consultar al veterinario para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Recuerda:
- La pancreatitis es una enfermedad grave que requiere atención veterinaria.
- La dieta juega un papel crucial en la prevención y el tratamiento de la pancreatitis.
- Una alimentación saludable con ingredientes frescos y de calidad es esencial para la salud de tu mascota.
Obesidad en perros y gatos:

La obesidad es una epidemia que afecta a perros y gatos en la actualidad. Esta condición trae consigo una serie de problemas de salud, incluyendo:
- Gastrointestinales: Dificultad digestiva, estreñimiento, pancreatitis.
- Cardiovasculares: Enfermedad cardíaca, presión arterial alta.
- Renales: Insuficiencia renal.
- Pancreáticas: Diabetes mellitus.
- Musculoesqueléticas: Artritis, displasia de cadera.
Causas:
- Sobrealimentación: Exceso de calorías en la dieta.
- Falta de ejercicio: Inactividad física.
- Enfermedades: Hipotiroidismo, síndrome de Cushing.
Diagnóstico:
- Evaluación física: Medición del peso y la condición corporal.
- Pruebas de diagnóstico: Análisis de sangre, radiografías.
Tratamiento:
- Dieta: Reducción de calorías y aumento de fibra.
- Ejercicio: Aumento de la actividad física gradual.
- Modificación del comportamiento: Reducción de las golosinas y control de la mendicidad.
Recomendaciones:
- Evitar las golosinas y premios excesivos.
- Ofrecer una dieta balanceada con la cantidad adecuada de calorías.
- Asegurar un mínimo de 30 minutos de ejercicio diario.
- Consultar al veterinario para un diagnóstico y plan de tratamiento personalizado.
Recuerda:
- La obesidad es una enfermedad grave que puede reducir la calidad y la esperanza de vida de tu mascota.
- La dieta y el ejercicio son claves para controlar la obesidad.
- Un estilo de vida saludable es esencial para la salud y el bienestar de tu peludito.
Bibliografía: Puromenu