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Mi perro no come bien, ¿Qué Hago?

Si tu perro no está comiendo bien, es importante abordar este problema para asegurarte de que está recibiendo la nutrición adecuada.

Aquí hay algunas acciones que podrías tomar:

Visita al veterinario nutricionista, cuidado con esto (no todos los veterinarios entienden de nurición): La primera y más importante recomendación es llevar a tu perro al veterinario nutricionista. Un cambio en el apetito puede ser un indicio de un problema de salud subyacente, como una enfermedad, dolor dental u otros trastornos. El veterinario nutricionista podrá realizar un examen exhaustivo para descartar cualquier problema médico.

Revisa su dieta: Analiza si has realizado algún cambio reciente en la alimentación de tu perro. Es posible que el alimento que le estás dando no le guste o no le esté proporcionando los nutrientes adecuados. Considera hablar con el nutricionista sobre la dieta de tu perro y si es necesario realizar algún ajuste.

Mantén un horario regular de alimentación: Establece un horario fijo para alimentar a tu perro y asegúrate de seguirlo consistentemente. Los perros suelen responder bien a una rutina establecida y pueden estar menos interesados en comer si se les ofrece comida de forma irregular.

Evita darle alimentos adicionales: Si tu perro no está comiendo su alimento regular, es importante no ceder y comenzar a darle alimentos adicionales o golosinas con la esperanza de que coma. Esto puede crear hábitos de alimentación selectiva y dificultar aún más el problema. Mantén la consistencia con su alimento principal y evita las tentaciones adicionales.

Proporciona un entorno tranquilo para comer: Algunos perros pueden distraerse fácilmente mientras comen. Intenta crear un ambiente tranquilo y libre de distracciones durante las comidas de tu perro. Aleja los juguetes ruidosos, los niños y otros animales para que pueda enfocarse en su comida.

Considera opciones de alimentos alternativos: Si tu perro sigue sin comer adecuadamente, podrías hablar con el nutricionista sobre la posibilidad de cambiar a otro tipo de alimento o probar opciones más palatables.

A veces, cambiar la marca, la textura o la temperatura de los alimentos puede estimular el apetito de tu perro.

Recuerda que la orientación del vetrinario nutricionista es fundamental para abordar este problema. Él podrá evaluar la situación específica de tu perro y brindarte recomendaciones adecuadas.

Publicado en: Consejos

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